CARACOL

Estimula:

• Gateo
• Acción reversible
• Coordinación óculo-manual
• Locomoción
• Juego compartido
• Resolución de conflictos
• Ubicación espacial
• Juego Simbólico
• Autonomía
• Motricidad
• Lenguaje
• Concepto de velocidad, espacio, fuerza, distancia.

Beto:

• Es pura ternura.
• Acompaña al niño o niña en sus actividades diarias.
• Es protagonista en la vida de la pequeña o pequeño.
• Idóneo juguete de transición.

El tierno Beto y sus cualidades:

• Ya desde los 6 meses de edad, estimula que el desarrollo del gateo gracias a su movimiento en el espacio.
• Desde la edad de 10 meses, promueve el desarrollo y optimización del equilibrio corporal, lo que sienta las bases para la locomoción.
• Comienza a ser parte en juegos donde la imitación de situaciones reales son el centro, desarrollando la capacidad atencional. La imitación es la base de todos los aprendizajes de la vida.
• Alrededor de los 24 meses, con el desarrollo de la capacidad simbólica, es protagonista de juegos que incluyen la imaginación, pasando así de lo real a lo imaginario en la actividad lúdica.
• A los 3 años aproximadamente, comienza el despliegue del juego compartido. Se expanden ampliamente las habilidades que desatan la creatividad, las habilidades sociales, la espera de turnos, el lenguaje y la comunicación.
• Al arrastrarlo sobre diferentes superficies el niño/ niña va construyendo determinados conceptos de física básica: velocidad, fuerza, distancia, espacio.
• En cada etapa del desarrollo del juego con Beto se van optimizando las habilidades motrices, que van adquiriendo nuevas características de acuerdo a cada etapa madurativa.
• El tierno Beto es un juguete idóneo como juguete de transición hacia el desarrollo de la autonomía.
• Su gran potencial permite acompañar el desarrollo simbólico del niño o niña.